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viernes, 17 de agosto de 2007

Piedras de Sopa 3

NUDILLOS IMANTADOS Y LA TURBULENCIA EN TIERRA FIRME

Estoy leyendo el notable post que Anuar ha compuesto para el aniversario de su blog. Estoy leyendo lo que ha dedicado a mi minuto, el ante-penultimo de la noche. El tiempo, aquel animal insomne e insaciable, abre un refrigerador.

Pero entonces, siento una sospechosa vibración. Dedico algunas fracciones de segundo a un relato futuro que empieza con las largas piernas de un ejecutiva capaces de detectar un sismo con veinte minutos de anticipación. No encuentro la frase para guardar esta idea. Ya estoy de pie diciendole a la administradora de la cabina que abra la puerta ante el sismo. Creo que soy el único que se esta dando cuenta de que algo raro pasa. Cuando la intensidad del movimiento se incrementa, ella accede a abrir la puerta y salimos todos, excepto la administradora quien se va alejando por un rincon presumiblemente a avisar a los familiares al interior del domicilio.

Escucho voces de rezos en el fondo de la casa pero ya sali a la calle sin entender este movimiento prolongado y longitudinal. Miro al cielo y veo todas esas redes electricas que en otros tiempos estaban instaladas bajo tierra. Se mueven como equilibristas de circo mientras todo se va llenando de destellos. No es la fuerza de las placas como se ha dicho, sino el de la caida y corto circuito de varias torres de luz a lo lejos.

- Calma!

Debería creer que esto que sale de mi boca esta dirigido a una de las tantas personas que han salido de sus puertas a rezar, a abrazarse, o a expresar su asombro en las muchas palabras prohibidas destinadas para esos momentos. Pero eso no es todo. Es también una de esas ordenes absurdas que le das al caballo, al carro o al avión cuando los montas por primera vez y te das cuenta que eres tù quien depende de su gracia. El único tema es que tal turbulencia y sus alitas de pollo que ves deshacerse sobre las nubes en tu ventana de avión; esa sacudida y los relinches de su cabeza, las siento con mis pies en tierra firme.

Finalmente, descubro que no soy el unico que ha dicho aquella orden. La veo salir de otras bocas y de otros brazos que se abrazan y se cubren en sus sacos. Yo en cambio sigo agitandola bajo esta lluvia sin gotas. No puedo decidir hacia donde llevarla bajo tanto cable. Solo me mantengo en movimiento, como si el cuerpo intentase generar una absurda sensacion de nivelación ante la mecida telurica. Igual no se correr como lo hace el suelo. Esta danza es dificil de continuar. Los pies se mueven y un carro pasa cerca a mucha velocidad, entre los gritos de los vecinos que ven como también sus ruedas han hecho suyas la movida pendular de la tierra. Tengo los nudillos imantados, mezcla de rezo pero también de viejos gestos de adolescencia destinados a acallar las horrendas muecas y movimientos de manos de la infancia.

De repente siento que voy mas rapido de lo que pensaba.

- Oye amigo ¿ya acabó? - pregunto al primer rostro que encuentro
- Si. Ya puedes detenerte.
Agosto 2007

5 comentarios:

Sintagma in Blue dijo...

Sólo la mirada subjetiva y las imágenes que producen en nuestra mente son capaces de ir más allá de la realidad y la única manera de conmovernos. Tú lo has hecho de manera magistral.

(me alegro que estés bien)

Débora Hadaza dijo...

Ay Pierre, yo tengo guardado el terror de la infancia, en un despertar, a las 7 y algo de la mañana, sintiendo que un gran mounstro sacudia mi cama, mi casa, la tierra, y no paraba...

no fue tan largo como el tuyo pero destruyo mucho de mi ciudad, y era horrible ver el dolor, la impotencia, de saber que por mas que corras, no llegas a ningún lado.

un abrazo Pierre, y en estos casos sélo queda pararse en el cielo, creo que ese no se mueve.

bajamar dijo...

Dificil situación, la descripción es muy buena....mi recuerdo sismico en este país de sismos se remonta a meses de nacida...que bueno es que ese trote te haya surgido espontaneo, dicen que es lo mejor

Saca, saca..que fluya todo

un beso amigo Pierrot

Pierrot dijo...

Sintagma:
Gracias por el elogio y también por la referencia en tu blog.

Viendo este texto con un poco de distancia, sólo puedo llegar a la conclusión parcial de que toda sacudida nos mueve de nuestro punto fijo. Quizas hasta revela la unilateralidad de nuestras ficciones privadas. Quién sabe.

Debora:
Es patrimonio de la infancia sospechar que hay un mounstro bajo la cama capaces de despertar en cualquier momento. Supongo que es parte de la adultez quedarnos solo con un espacio vació tras el azar de las catastrofes.

Que fuerte eso de que el cielo sea lo unico inmobil. Habrá que construir también allí, pero sin tantos cables electricos.

Bajamar:
Luego de leerte creo que también el temblor nos hace correr de nosotros mismos. Dicen que toda inercia muere con el primer segundo de incertidumbre. Pero se requiere más...

Saludos a todos desde Lima y desde el Pais. Gracias por sus muestras de apoyo

Shadow dijo...

Los que hemos nacido en estas tierras que fluyen y se estremecen con la fuerza que dio vida y forma nuestro mundo natural, no podemos si no tener impregnado recuerdos sismicos ...pero mas que cualkiera son aquellos que han sido terremotos de nuestra propia historia y vida, aquellos que llevamos acuestas mas allá que cualquier terremoto geológico... son los sismos de nuestras decisiones.

Saludos amigo.