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jueves, 6 de enero de 2011

Mudanza


Estamos mudando el restaurante
Gracias por su paciencia...

3 comentarios:

Gabriela Amorós dijo...

Hola Pierrot!
Agradezco sobremanera tus comentarios que, además de ser estímulo a la emoción (emoción, por otro lado, que no consiente para mí el camino de siempre, el de tierra o asfalto), son acogidos como el trazo invisible de un maestro.
La verdad es que me es del todo imposible comentar una sola entrada tuya de manera independiente (aunque lo haré indomablemente) pues el todo satura tus textos. Consigues el derrame de abstracciones desecadas por el tiempo, que el antónimo juzgue a su contrario y la sutura de la paradoja pierda el hilo para seguir cosiendo con vapores…
Disculpa esta osadía dialéctica, sobre todo aquí en la Mudanza, pero algunas verdades no las difiero para mañana.

Anónimo dijo...

Transformación constante... el fluir de la vida, lo que somos... y allí, en esa marmita, el hervor del aprendizaje.

Anónimo dijo...

Transformación constante... el fluir de la vida, lo que somos... y allí, en esa marmita, el hervor del aprendizaje.