Confesiones 3
En el Ámbar:
Parte III - La relación
Compartiendo conmigo sus lentes de opera, Vera Miss deja escapar humo de su cigarrillo mientras mira con satisfacción aquella escena que parece prolongarse sin ningún tipo de insumo. De repente, convierte una llamarada en una frase con sentido.
- Una tiene que calcular el movimiento del fuego. ¿Tu me comprendes? No basta frotar piedritas para salir de las cavernas.
Se detuvo para respirar. Hablaba demasiado rápido como comprimiendo sus palabras. Frecuentemente las dejaba descalzas al eliminarles cualquier S final. No obstante, cuando los anglicismos aparecían, su pronunciación era tan impecable como la carne de un maniquí. A su diestra, un cuadro con un cielo naranja y pesadas nubes pálidas parecía proyectar sobre ella una aura luminosa como la de vaho de templo populoso. La ausencia de ventanas en la alcoba, sin embargo, sólo me permitían atribuir tal brillo a algún complicado espejismo concertado entre la punta encendida del cigarrillo y alguno de los atardeceres de las pinturas de la habitación. Tras revolverlo todo en otra bocanada, siguió explicándose.
- Mira aquí empezamos con sólo seis “cuerpos”.Ahora ninguna secuencia se repite. Hasta salen nuevos individuos…llegamos a tener 20 a 25 sin excederse de la alcoba y cuando es demasiado van reduciendose… Si usted gusta, podría preguntarles sus historias o como llegaron hasta aquí. Te aseguro que cada uno te cuenta algo diferente…”Oh María, Esto no es lo que crees”
- Yo los veo muy ocupados como para conversar.
- Sólo si usted no interviene. Si no, no le prestan atención a nada, como con la mancha de champaña.
- Y su “relación” con todo esto es…?
-¿Relación?
Me sonrió como si tuviera un escote entre los dientes. Luego respondió
- Bueno, supongo que la mejor de todas. Se dedica tanto tiempo, formulando, ensayando, consiguiendo cada insumo para que se mueva el mecanismo... sí ahí no hay una relación, no se a qué se refiere. Claro que una vez que la criatura camina sola tu relación con todo esto es otra.... continua, pero es otra ¿Tu me comprendes?.
- Claro pero…
- Lo que tú quieres saber es si yo he salido de ahí o “entrado”. No es primera vez que me lo preguntan.
La punta de su zapato señalaba el caos de la cama, mas exactamente la boca abierta de una mujer mordiendo en vano una mano roja.
- Sólo quisiera saber cómo empezó todo?
Volvió a fumar y miró los cuadros durante unos segundos. Luego intento armar alguna idea pero esta nunca salía de su boca con fluidez.
- No basta inventar el fuego para salir de la caverna.
- Cuando vi que todo estaba bien-bien, me aseguré que nadie nos robara la idea.
- ¿Que fue lo que hizo?
- Me comí todas las notas, planos, todas las formulas, hoja por hoja.
Si esto era cierto o no, por lo menos ya sabía que no me contaría más. Igual ensayé una pregunta insolente.
- ¿Y a qué le supieron tantas ecuaciones?
Aqui pude haberme ganado una bofetada pero ella, sabiendo con quien hablaba, me dio la respuesta que merecía.
- A Piedras.
1 comentario:
"Una tiene que calcular el movimiento del fuego. ¿Tu me comprendes? No basta frotar piedritas para salir de las cavernas."
Y al leerlo pensé que el fuego era la pronunciacion o el poder del "verbo" de miss Vera, que no dejaba que se le fueran las "S" o que buscaba la pronunciación perfecta, luego pensé que el era el control de los cuerpos, de los cuadros, de los atardeceres y de la maquina, al final, quizá que otra parte del fuego era controlar el impetú curioso del hacedor de la sopa de piedras...
no lo sé pero la frase de Miss Vera es perfecta y este cuadro tan pararealista me fascina.
pd. si dije una burrada me perdonas ok? jaja besos
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